Esportilla 140

SED TESTIGOS

Jesús Nazareno, rostro visible de la Misericordia invisible, es “la única Verdad, el único, verdadero, pleno y total Bien”. “Ser testigos de la Verdad”, pues, comporta escucharlo y hacer propias sus actitudes “pasando por esta vida haciendo el bien” (Hch 10,38).

San Pablo puntualiza cuál ha de ser la conducta de los que escuchan y siguen al Nazareno: Habla de obediencia, de disposición para bien, de no hablar mal de nadie, evitar riñas, ser condescendientes, nunca esclavos de deseos y placeres que nos hacen insoportables unos para otros… y da la razón de este proceder: “Porque se ha manifestado la Bondad de Dios y su Amor al hombre” (Tit 3,4).

Las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno, Franciscanas, quieren hacer presente su mensaje de paz, amor, pobreza, minoridad y misericordia con los hermanos que sufren. Hoy como ayer, y como siempre, quieren ser fieles viviendo su consagración unidas en el carisma eclesial del Fundador, compartiendo su espíritu de fe, activa y fecunda; su esperanza profética; su caridad ardiente y universal.

El Padre Cristóbal, portador de Cristo y de su mensaje de esperanza para los pobres, insta a las hermanas a descubrir los signos de los tiempos a la luz del Evangelio, a ser fermento en medio de la masa, a vivir y servir evangélicamente entre los pobres en una actitud de vaciamiento interior, siempre en camino.


Congregación de Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno, Franciscanas