SANTOS INOCENTES

SANTOS INOCENTES


“Se levantó, tomó de noche al Niño y a su madre, y se retiró a Egipto”.

La luz brilla en las tinieblas, pero la tiniebla no la acogió” San Juan 1:5.

“La tiniebla prefirió seguir siendo tiniebla y no acoger la luz”.

Que la luz nueva, clara y fuerte de Dios, hecho Niño, llene nuestras vidas y consolide nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad.

La alegría y la algazara navideña no acallan el grito doloroso de las víctimas inocentes, de los que sufren. Las caras risueñas de felicidad de nuestros vecinos y las nuestras propias no aparten nuestros ojos de las miradas doloridas de los sufrientes.

Estemos alertas para que el mensaje navideño, que el mundo nos transmite hoy, no nos haga olvidar que vivimos en un mundo roto que sigue anhelando la paz, la que los ángeles anunciaron a unos pastores llenos de estupor, el don de Dios para todos los hombres y mujeres a quienes Él ama.

“FELIZ FIESTA A TODOS LOS INOCENTES”